FIL LIMA 2017 - UNA NUEVA PERSPECTIVA
domingo, agosto 13, 2017
Ha pasado una
semana desde el cierre de la FIL LIMA 2017 y aún siento los estragos de esta
gratificante y asombrosa nueva experiencia. Si bien es cierto ya he participado
en otros años como lectora en busca de ofertas, pero en esta ocasión me tocó estar al
otro lado de la feria. Trabajé en el estand 22, el estand de Incabooks, la nueva
librería de Distribuidora Inca. Y la experiencia fue tan exhaustiva como
emocionante. Tuve la oportunidad de compartir tres semanas con personas
maravillosas, con amigos que adoro desde hace muchos años y también conocer
nuevas personas que ahora ocupan un lugar privilegiado en mi corazón lector.
En esta entrada me
gustaría contarles todo lo que puedo recordar sobre mi primera experiencia
trabajando en la feria.
THE GOOD
Oficialmente FIL LIMA
inicio el viernes 21 de Julio, pero el trabajo para nosotros inicio días antes,
armando las exposiciones de libros dentro del estand para tener todo listo para
el jueves en la noche, que es cuando se organizaría un evento privado, al cual
solo se accedía con invitación directa de la Cámara Peruana del Libro.
Pero luego de dos días de cargar cajas y organizar los libros, los dolores
musculares se hicieron presentes y el diclofenaco se convirtió en mi mejor
amigo cada doce horas por los próximo dos días. No estoy intentando ser
dramática, pero teniendo en cuenta que mi vida universitaria se basa en estar
casi todo el día frente a un computador, mi actividad física ha sido casi nula
estos últimos meses. Va a cambiar, de eso estoy segura.
Eso sí, trabajar en la
FIL fue todo un sueño cumplido, recomendar libros que ya he leído o libros que
mis amigos más cercanos han amado fue todo un privilegio, más aún cuando en ocasiones algunos clientes volvían y me agradecían porque habían amado los libros recomendados, eran momentos como esos que
me hacían olvidar el dolor en los pies y el cansancio para continuar día tras
días hasta el cierre de feria. Eso y la oportunidad de conocer a los escritores
invitados a la feria. Tuve el gusto de conocer a Benito Taibo un día antes de
que iniciará la FIL y gracias a Incabooks también conocí a J. R. Johannson, una
mujer maravillosa con un estilo de escritura original.
THE BAD
Pero todo cuento tiene
su villano, y el más grande enemigo de la FIL son las personas inescrupulosas,
aquellas que van a este tipo de eventos multitudinarios para robar. No hubo
casos críticos en el estand de Incabooks, pero en la feria en general sí hubo
varios casos de robos. Y ya que estamos en el lado no tan bonito de la FIL
LIMA, hablemos de ciertos tipos de clientes.
No niego la importancia
de inculcar la lectura a los jóvenes desde muy temprana edad, pero si se hace
de toda una obligación la lectura deja de ser divertida. Es por eso que me
incomodaba los padres que solo querían comprar libros que “enseñaran” algo a
sus hijos, como si el simple hecho de leer por “diversión” no es suficiente, es
un paso en sí, pero un paso que no toman en cuenta. Por otro lado están
los padres de #ConMisHijosNoTeMetas que cogían libros con temática LGBIQA+ y
automáticamente los dejaban a un lado sin siquiera darle una oportunidad a la
trama o peor aun cuando sus hijos eran los interesados en esos libros, pero
ellos no iban a gastar su dinero en “mariconadas”.
Era decepcionante
lidiar con personas con una mentalidad tan retrograda, pero eso no impactaba en
lo más mínimo lo asombrosos que fueron mis días durante la feria.
THE WORST
Pero lo más
decepcionante de esta feria no fueron ciertos clientes, sino la forma en la que
se organizaron ciertos eventos. El último sábado de feria se iba a presentar
Mar de Copas, al parecer la Cámara no consideró alquilar un grupo electrógeno
exclusivo para el auditorio en donde se llevaría a cabo este evento, lo cual
produjo un corto circuito y un apagón en todo la parte derecha de la Feria, el
lado en donde se encontraba el estand de Incabooks, el principal riesgo que se
corría a las 8 de la noche era de robo de mercadería, pero luego de que nos
informarán que el problema no se iba a solucionar hasta el día siguiente las
pérdidas se volvieron económicas ya que estamos hablando del último sábado de
feria y una hora en donde el tráfico de personas era más alto que en otros
momentos. La frustración era más que evidente.
A pesar de todos los
aspectos negativos que sucedieron en esta feria, es una experiencia que no
cambiaría por nada en el mundo, ya que lo negativo no es ni el 5% de todo lo fantástico que viví en esta feria.
¿Es una experiencia
que repetiría? Si se me da la oportunidad de volver a trabajar, claro que sí.
Pero no estoy segura de cuáles serán mis planes para el próximo año, como lectora
o como estudiante universitaria.
Y sí, la foto no tiene sentido alguno con el tema de la entrada pero es un libro que amo y no pude no usarla.
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